Wiki Akatsuki Afterlife
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Pintadas con Sangre
Shar Uchiha Edo Tensei

(血と塗って, Chi to nutte)

Información
Anterior Muerte sin Dolor
Siguiente Lenguas de Fuego
Saga Pago en Sangre
Personajes
Sinon
Nenshō Hoshi
Yūsei Yozora
Hikaru Kyōfu
Senka Kazuma
Franken Stein
Mizuki Yuna
Shar Uchiha
Jutsus
Clon de Arcilla
Elemento Explosivo: Puño de Mina Explosiva
Jutsu de Invocación: Resurrección del Mundo Impuro
Objetos
Pergamino de la Resurrección del Mundo Impuro

Pintadas con Sangre (血と塗って, Chi to nutte) es el capítulo #40 de Akatsuki Afterlife, perteneciente a la saga "Pago en Sangre"

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La destrucción se cernía sobre Shirizu, la cual estaba siendo paulatinamente más y más afectada por los ataques del Bakuton de Sinon, en tanto que los Sucesores que se encontraban en la batalla (Nenshō Hoshi, Yūsei Yozora, Hikaru Kyōfu y Senka Kazuma) buscaban una manera de poder derrotar, o siquiera poner en retirada a la kunoichi.

Sinon había creado un Nendo Bunshin de sí misma, y junto a un bestial dragón C2 estaba poniendo en varios problemas a los Sucesores, quienes como podían sobrellevaban el brutal potencial de ataque de la kunoichi. La velocidad de la kunoichi sólo podía ser equiparada por los dos más veloces de los shinobis allí presentes, Hikaru y Senka, y sin embargo aun así no podían superar a Sinon, quien los mantenía alejados gracias a su Jiraiken.

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Entre tanto, en la otra punta de la aldea Shirizu, una capa tan negra como la noche y nubes rojas, pintadas con sangre según palabras de algunos curiosos, hacía su silencioso ingreso en su propio territorio. – Parece ser que está aquí después de todo… ¿Este lugar se hallaba tan venido a menos la última vez que vine?

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En el País de la Tierra, más específicamente en el desierto en el cuál Franken había encontrado la guarida de los que habían atacado la mansión de Akatsuki Afterlife, este junto a Mizuki mantenían un fuerte combate contra unas bestias oscuras.

¡Mi-zu-ki-chan! ¿Vas bien en tu encuentro con estas cosas? – Gritaba Franken a Mizuki, quien había vencido ya a tres rondas de aquellas bestias, unos jadeos escapaban de su voz en tanto que no disminuía en lo más mínimo su ritmo de batalla. – ¡Sí! ¿Y usted Franken-san? – Respondió la kunoichi mientras aplastaba la cabeza de una de aquellas negras bestias estiradas de una fuerte patada.

Soltando una clara risa, Franken esquivaba golpes provenientes de las ahora tres enormes moles a las que se enfrentaba. Habiendo partido a la primera en tres con Samehada pero sin haber consumido ésta el chakra oscuro que las formaba, sus partes restantes dieron origen a tres nuevas bestias, las cuales se lanzaron sin dudarlo nuevamente contra un sorprendido Franken. – Ya veo… Samehada se niega con todas sus fuerzas a consumir este chakra, ¿eh?

Siendo fuertemente golpeado, Franken chocó contra una pared; sin embargo, con su Jiongu destrozó el cuerpo de una de las bestias, desarmándolo hasta que no pudo formarse más. – Jeh… ¿Debo usar una trampa? – Susurró Franken para sí mismo, en tanto desenrollaba un pergamino en el suelo.

Kuchiyose no Jutsu: Edo Tensei. – Dijo Stein, para invocar así a alguien que debía haber permanecido muerto: Shar Uchiha se encontraba ahora presente frente a Franken. – No pudiste dejarme descansar en paz, Stein… No es raro de ti hacer esto, ¿ahora soy sólo un peón más de tu ajedrez? – Soltó Shar al verse invocado por Franken.

Oh, no seas tan pesimista, viejo amigo, ¿sabes? Creo que en el fondo te gustará ser invocado para pelear contra estas cosas, sí… ¿Puedes utilizar el Susanoo Perfecto aún? De ser así, encárgate de una de esas cosas, acabaré con la restante. – Ordenó Franken al Uchiha mientras se ponía de pie. – ¿Y por qué yo debería hacerte caso? – Dijo Shar, sólo para que Franken hiciese un sello con su mano, obligando la total sumisión del Uchiha. – Porque somos buenos compañeros, ¿lo harías, por favor?

Franken extendió su cuerpo con Jiongu para la batalla, en tanto que Shar, obligado por el Edo Tensei, abría su Susanoo Perfecto. Las bestias avanzaban cautelosamente contra estos, obligados por la ira animal que funcionaba como motor único de su comportamiento.

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Tengo el pergamino, parece ser que esto será lo único que necesito llevar, ¿o no? Bien… Supongo que inmiscuirme en ese combate que están teniendo allí afuera no estaría mal, ¿o sí? – Dijo el miembro de Akatsuki Afterlife tras tomar un pergamino del palacio de Shirizu, en tanto que saltaba por una ventana directo hacia el campo de entrenamiento de la aldea.

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